Tú no me miras, me observas,
y yo me sumerjo en tus obscenos ojos oscuros...
y yo me sumerjo en tus obscenos ojos oscuros...
Tú no me oyes, me escuchas,
y yo declamo locuaz mis más secretos conjuros...
Tú no me posees, me liberas,
y yo grito hasta taladrar los más densos muros...
Y me amas, y te amo, y ya deslimitados
nos entregamos a la muerte ambas fieras...
DownTown

Qué hermosura de poema, Blue.
ResponderEliminarGracias, Luis. :)
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