lunes, 6 de enero de 2014

Swinging


Acaricio este cielo algodonado
en el que yacer, tan suave y mullido
que me siento flotar sobre el tejido
carnal y bello que me ha desbordado.

Su material se empapa emocionado
del aire que contiene ese gemido
embriagador que cada ser henchido
de plácido gozo ha experimentado.

Me envuelvo en el dulce contacto humano
que se ofrece con  generosa pericia
desnuda la piel, desnuda el alma.

Sumida en este bello altar profano
me entrego fervorosa en la caricia
que se brinda y me devuelve a la calma.

DownTown




libremente sediciosa

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